domingo, 31 de agosto de 2008

El principio......

Siempre he sido de ciencias, sobre todo me gustaba la química y biología y encima se me daban bien, así que a la hora de plantearme estudiar una carrera tenía bastante claro que sería Químicas o Biológicas..........pero esas carreras no tenían mucho futuro!!!!!!!! mis padres estaban ahí para recordármelo así que visto lo visto me decidí por Farmacia.
Ventajas.......la facultad estaba en mi ciudad, los primeros años estudiaba bastante química y biología...........intentaba engañarme a mí misma ya que empecé sin mucha ilusión, y así me fueron los primeros años!!!!!
No soltaré la chapa pero mis años de facultad me sirvieron para darme cuenta de que la mayoría de mis profesores no me iban a enseñar nada interesante, se les notaba quemados y hasta las narices de todo, muy pocos se salvaban.
La carrera era muy teórica y en la vida real la teoría te sirve para muy poco. Mi primer trabajo me sirvió para espabilarme a marchas forzadas.
No tenía ni idea de nada, bueno, mejor dicho, sabía muchísimas cosas que no me servían para dar una buena atención desde el mostrador. Además terapias alternativas como la Homeopatía y Fitoterapia eran unas grandísimas desconocidas ya que para casi todos mis profesores eran "cosa de curanderos".
Aprendí mucho en mi primer curro como adjunta, lo bueno y lo malo de la profesión. Era (y por desgracia sigo siendo) una "enamorada" de la profesión, de las que creen que el farmacéutico, como profesional sanitario cercano a la gente, está básicamente para ayudar. ¿Soy o no soy una pardilla? al poco tiempo me dí cuenta que a día de hoy, el farmacéutico (no debería generalizar) se dedica a ganar dinero y el tema salud queda en segundo plano.
Estoy hablando por supuesto de los titulares ya que la mayoría de adjuntos siguen teniendo una visión "romántica" de la profesión.
En esos larguísimos 13 meses presencié cosas que perfectamente podría haber denunciado y me ví obligada a actuar en contra de mis principios, también fuí humillada por mis jefas (misma titulación que yo, no lo olvidemos) delante de clientes, se equivocaban casi siempre en la nómina (a su favor, qué casualidad!!!!) y hasta se olvidaron de mis vacaciones!!!!!!!!!
Lo único positivo de ese trabajo es que me enseñó a trabajar como una burra y a no tener miedo a nada.
Llegó un momento en que no pude más y decidí marcharme, no me merecía ese trato, yo valía más y me piré. Como suelen decir, hay que tener amigos hasta en el infierno así que no terminé muy mal con ellas y pasé a ser una parada, sé que puede sonar raro, pero el día que fuí al INEM me sentí genial porque después de mucho tiempo me sentía feliz.
Al salir de allí tenía clara una cosa, la farmacia no era lo mío y buscaría trabajo en cualquier otra cosa............no lo cumplí del todo :P

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